Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. (Mateo 11.28-30)
La voluntad de Dios es que encontremos descanso en El. Casi siempre pensamos en nuestro cansancio físico, pero muchas veces es nuestra alma, la que sufre de cansancio debido a las exigencias de las personase, las duras cargas de la vida diaria, heridas del pasado que nos agobian, la incertidumbre de la vida, el mismo pecado y sus consecuencias.
Encontrar descanso en Dios es una realidad, pero debemos obedecer los pasos que nos aconseja Jesús:
1. VENID A MI.
La gran invitación del Señor es VENIR implica un acto de fe. Es atender a su invitación porque sabemos que El nos puede dar descanso. La razón por la cual acudimos es porque no encontramos salida para nuestra carga y agobio. VENID es rendir nuestra voluntad y admitir que necesitamos de Jesus.
2. LLEVAD MI YUGO. Implica una responsabilidad de vivir la vida a la manera de Jesus. No podemos pretender descansar en Jesus y seguir viviendo a nuestra manera. Toda oferta de descanso de Dios, implica una respuesta de fe que nos lleva a vivir en obediencia al plan que Dios tiene para darnos descanso. Llevad el yugo de Jesus es dejar el yugo pesado de nuestro pasado, las cargas y presiones de la vida, aun las consecuencias del pecado o decisiones que volvieron nuestra vida dificil de vivir y acepatr la vida de responsabilidad que El tiene para nosotros. En otras palabras, es dejar de ir solos en la vida y aceptar que Jesus sea nuestro compañero de viaje.
3. APRENDED DE MI. Encontrar Descanso en Jesus implica un proceso de aprendizaje, en el cual, nuestro caracter se va moldeando conforme a Jesus. Es necesario aprender a ser manso y humilde de corazón como Jesus para vivir la vida que El nos ofrece. Muchas de las cargas que la gente lleva en la vida son sencillamente, debido a que sus relaciones con los demas estan dirigidas por el egoismo, el orgullo y rebeldia. Aprender de Jesus es saber amar a nuestro projimo, independientemente como sean. Es ceder cuando debamos ceder, es ponernos a un lado cuando sea necesario. Estar dispuestos a perdonar. Todo esto no es humano, es necesario que Dios lo produzca en nosotros.
